Comprendiendo la Ansiedad
Según la definición del DSM – IV, “la ansiedad es una anticipación aprensiva de un peligro o desgracia futuro acompañada de un sentimiento de malestar o síntomas somáticos de tensión.”
La ansiedad es una respuesta de nuestro cuerpo, que se produce ante situaciones peligrosas o desafiantes y que nos preparar para luchar o huir.
La ansiedad comprende las siguientes respuestas:
Respuestas cognitivas: pensamientos irracionales o automáticos, como por ejemplo; “No voy a poder sopórtalo” “Esto es horrible”, preocupación excesiva.
Respuestas fisiológicas: alto grado de activación del sistema nervioso autónomo.
Cuando se activa el organismo o nos ponemos ansiosos, las sensaciones que notamos son varias; palpitaciones, sudoración, temblor muscular, sensación de atragantarse, calores, dolores en el pecho, respiración dificultosa, mareos, sensación de ahogo, miedo a perder el control, etc.
Respuestas motoras o conductuales: Conductas de evitación, evitar las situaciones temidas.
En principio, las reacciones de ansiedad pueden tener un carácter adaptativo, cuando permiten detectar estímulos o situaciones potencialmente peligrosas para la persona y poner en marcha las acciones necesarias para hacerlas frente.
Por otro lado, también necesitamos cierto grado de activación para realizar las actividades cotidianas, por lo tanto entendida como tal la ansiedad es un mecanismo de defensa del organismo y no es necesariamente negativa.
El problema se da cuando te pones ansioso ante situaciones que crees peligrosas o desafiantes y que en realidad no lo son, cuando estas reacciones o síntomas son excesivamente intensos y duraderos, haciendo que la persona presente un malestar muy elevado que interfiere con la realización de las actividades (trabajo, estudios, relaciones interpersonales, etc.) a las que diariamente debe hacer frente, si estos síntomas ocurren con demasiada frecuencia, o nos impide hacer lo que queramos, la ansiedad se convierte en un problema.
Las situaciones que tú ves como peligrosas erróneamente serían por ejemplo; sitios llenos de gente, temor a lo que los demás puedan pensar de ti, temor a tus propias sensaciones físicas, temor a hablar en público, hablar con la gente, etc.
Se ha de tener en cuenta, que el concepto de ansiedad es muy amplio y engloba diferentes trastornos y/o estados en las personas, habiendo una diferencia básica entre la ansiedad estado y la ansiedad rasgo. Cuando nos referimos a un rasgo, estamos indicando un elemento estable en la personalidad del sujeto, una predisposición a actuar de una determinada manera en su día a día. Mientras que el concepto estado, nos encontramos ante una respuesta puntual ante una serie de circunstancias o situaciones que se están viviendo en la situación presente.
¿Cómo puedo controlar mejor mi ansiedad?
Podemos trabajarla en cuatro áreas diferentes:
1. Entendiendo mejor la ansiedad.
2. Reduciendo los síntomas físicos.
3. Modificando los pensamientos relacionados con la ansiedad.
4. Cambiando los comportamientos relacionados con la ansiedad.
1. Entender mejor la ansiedad.
-Haga un diario de la Ansiedad
Anote durante al menos dos semanas, haga un diario de horas de ansiedad y el nivel de actividad, Califíquela de 0 a 10, donde 0 implicaría ausencia de ansiedad y 10 el máximo grado. Anote todo lo que le parezca importante ¿Con quién estaba? ¿Dónde se encontraba? ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué estaba pensando en ese momento?
Esta información le ayudara a ser más conciente de las situaciones que le causan malestar.
-Estilo de Vida Estresante.
Hoy día es fácil que existan presiones en la vida, no siempre podemos controlar el estrés que proviene de fuera pero podemos encontrar formas para reducir la tensión que nos ponemos a nosotros mismos como por ejemplo:
-Trate de identificar las situaciones que le provocan tensión.
-Saque tiempo para realizar actividades que le resulten gratificantes.
-Aprenda a relajarse.
-Dedique al menos una hora al día para realizar actividades relajantes.
-Duerma lo suficiente.
-Haga ejercicio regularmente.
-Adquiera una afición relajante.
2. Reducir los síntomas físicos.
Mediante la Relajación, la respiración controlada y la distracción se pueden reducir los síntomas físicos, y el malestar que estos síntomas ocasionan.
Una vez que se han detectado los primeros signos de la ansiedad y sus causas, se puede prevenir la ansiedad utilizando estas técnicas, estas técnicas son habilidades que la persona puede adquirir mediante su aprendizaje.
3. Modificar los pensamientos relacionados con la ansiedad.
Controlar los pensamientos ansiosos que dan lugar a la aparición de dicho trastorno es una gran ayuda para prevenir la ansiedad, trabajar los pensamientos irracionales o no realistas mediante la Técnica como confrontar los pensamientos irrealistas. Reevaluación Cognitiva.
4. Cambiar los comportamientos relacionados con la ansiedad.
Trate de reconocer cuando está evitando las cosas, haga frente a los temores de manera gradual, establezca pequeñas metas, es muy importante reconocer que cuanto más se evite algo, más difícil será superarlo y cada vez le generará más ansiedad.
En vez de escapar de las situaciones que le generan ansiedad, aumente gradualmente la duración de su estancia en esa situación.
Entendiendo a los Adolescentes
La Adolescencia es una etapa de Cambios físicos, emocionales y psicológicos, que en el transcurso de unos años transforman al niño en adulto. La búsqueda de la identidad se convierte en el objetivo primordial de esta etapa.
La identificación con su grupo de iguales es un referente importantísimo, así como el interés y la preocupación por la imagen corporal, el establecimiento de nuevas amistades, la lucha por la independencia, el enamoramiento, la sexualidad, y el aumento de las exigencias a nivel académico.
A diferencia de la pubertad, que es la etapa de desarrollo biológico en la que se dan cambios físicos en los órganos sexuales y comienza a una edad determinada a los doce o trece años debido a cambios hormonales, laadolescenciapuede variar en edad y en duración en cada individuo, pues está relacionada no solamente con la maduración física del individuo sino que depende de factores psico-sociales más amplios y complejos, originados principalmente en el seno familiar.
Según La Organización Mundial de la Salud (OMS “La OMS define la adolescencia como la etapa que va entre los 11 y 19 años, considerándose dos fases: la adolescencia temprana (12 a 14 años) y la adolescencia tardía (15 a 19 años).
Celos Infantiles ¿Cómo abordalos?
Los celos pueden ser experimentados por niños, adolescentes y adultos. Una de las primeras experiencias que puede llevar a un humano a sentir celos es la llegada de un hermano. Esta situación, de carácter normativo, exige una adecuada intervención para solucionar el problema cuanto antes y evitar que se vaya complicando con el paso del tiempo.
Cuando el niño recibe la noticia de la llegada de un nuevo hermano, su forma de vida empieza a cambiar. Empieza a percibir que una parte de la atención que siempre había recibido se desvía hacia otro lado, lo cual supone una ruptura del patrón de vida establecido. Esto le genera frustración, a lo que el niño responde con conductas indeseables, que no son más que respuestas desadaptativas provocadas por los celos.
Los celos pueden caracterizarse por un sinfín de conductas; aquellas realizadas dependerán de muchos factores, entre los que se encuentran el momento evolutivo en el que ocurre la situación, la personalidad del niño, su apego con los padres, su posición en la familia respecto a otros hermanos… No obstante, encontramos unas conductas que suelen aparecer en muchos de los casos de celos infantiles. Son las siguientes:
25 de Noviembre Día Internacional de la Eliminación contra la violencia de la mujer
El 25 de noviembre es, según la ONU, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La misma organización señala que la violencia contra las mujeres y niñas sigue siendo una pandemia global, ya que el 70% de las mujeres sufren algún tipo de violencia en algún momento de su vida, sin distinción de etnia, edad, nivel sociocultural u orientación sexual/identidad de género. Esta violencia, que puede presentarse en diversas formas, y siempre sobre una base de violencia psicológica, tiene como sustrato una cultura patriarcal aún presente en nuestra sociedad que genera y sostiene las relaciones desiguales entre mujeres y hombres.
La violencia de género entre menores ha crecido en un 5% en 2013 según el último informe del Observatorio contra la Violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial.
(Walker, 1999) define la violencia o maltrato doméstico como:
“Un patrón de conductas abusivas que incluye un amplio rango de maltrato, físico, sexual y psicológico, usado por una persona en una relación íntima contra otra, para ganar poder o mantener el abuso de poder, control y autoridad sobre esa persona.”
Se entiende por Maltrato Físico; cualquier conducta que implique la utilización intencional de algún instrumento para dañar al organismo de otra persona.
Conductas activas tales como; abofetear, empujar, golpear, dar puñetazos, patadas, utilizar armas o sustancias químicas con el fin de causar una lesión.
Conductas pasivas; la privación de cuidados médicos durante una enfermedad o lesión.
Se entiende por Maltrato Psicológico; cualquier conducta física o verbal, activa o pasiva, que trata de producir en las victimas intimidación, desvalorarización, sentimientos de culpa o sufrimiento, humillaciones, asilamiento social y económico, tortura a la mujer o sus seres queridos, destrucción o daño a propiedades valoradas por la victima, animales, objetos etc.
Entre las Consecuencias Psicológicas de la violencia de género en las mujeres encontramos:
-Depresión.
-Trastornos de Ansiedad.
-Trastornos de Estrés Postraumático.
-Otros Problemas Psicopatológicos.
-Síndrome de la mujer Maltratada; baja autoestima, depresión, apatía, estrés intenso, hípervigilancia, dificultades de concentración, impotencia y elevado control interno.